Esta Vez Voy A Subir Un Pequeño Escrito Que Hice No Se Si Les Interese Pero Lo Subire Bueno En Realidad Dos Primero Una De Seiya Y Saori

Confesión tardía.

-Seiya-me llamo Saori.

­-Tengo que irme Saori-le dije volteándome hacia ella.

Ella asintió.

-Tengo una pregunta-le dije volteándome hacia los arboles.

-¿Si?-pregunto.

-Se supone que ya no eres mas la diosa Athena ¿cierto?-pregunte.

-No-contesto-.Artemisa me quito ese derecho y el dios Zeus esta de acuerdo-continuo.

-En ese caso-murmure.

Solté la urna me acerque a ella la abrace por la cintura se quedo mirándome y le bese en los labios ella no se resistió.

-Nos vemos-murmure volteándome y cargando la urna de Pegaso antes de que fuera mas débil.

-¡Espera!-exclamo agarrando mi brazo.

Mire su mano aferrada a mi brazo y luego la mire a ella.

-¿Qué?-pregunte quería irme no quería hacer algo que tal vez lamentaría.

-No te vayas-murmuro.

-Saori-murmure soltando la urna fui débil por un instante y esa fue la razón de mi acción.

La abrace.

-Te amo-le dije.

-Yo también-murmuro ella.

Le bese nos fuimos hacia la habitación donde habíamos estado mientras estaba paralitico nos acostamos en la cama le quite la blusa y mi camisa pero me detuve.

-Seiya-me llamo.

-No, no puedo hacerte esto-le dije volteándome.

-¿Hacerme esto?-pregunte.

-Te amo créeme-le dije volteándome mirándola a la cara-.pero no puedo hacer esto-continúe.

Se puso de nuevo la camisa y me abrazo.

-Te entiendo-me dijo.

La mire y le bese cuando me desperté Saori estaba acostada junto a mi durmiendo dulcemente la contemple unos instantes luego me puse la camisa y Salí pero en ese instante me detuve y me puse en guardia al ver a un hombre con una armadura extraña frente de mi.

-¿Quién eres y que quieres?-pregunte.

-¿Dónde esta Saori Kido?-pregunto.

-¿Y para que quieres saberlo?-le pregunte yo poniéndome en posición defensiva frente a la puerta.

-¿Seiya?-pregunto Saori haciendo a un lado la cortina.

-No vengas-le dije moviéndome para cubrirla del extraño hombre.

-Hermana-murmuro el hincándose-.papa me envía-continuo.

-Hermes ¿Qué es lo que quiere el dios Zeus?-pregunto ella me voltee hacia ella.

-¿Hermana?-pregunte volteándome hacia el.

-Me envía a preguntarte ¿quieres ser de nuevo la diosa Athena y volver con el y con nosotros tus hermanos al Olimpo?, o ¿quieres ser una simple humana y alejarte de nosotros para siempre?-le pregunto.

Deje mi posición defensiva y me aleje estaba seguro de que diría que si estaba por cruzar a un lado de Hermes para coger la urna de Pegaso.

-No quiero regresar con el ni con ninguno de mis otros hermanos-contesto Saori me quede petrificado a un lado de Hermes-¿para que quiere que regrese?-le pregunto-.Apolo y Artemisa me odian-continuo.

-¿Estas segura hermana?-pregunto mirándome de reojo.

-Si-contesto ella.

-Se lo diré papa-le dijo-.perdón al dios Zeus-y desapareció.

-¿Por qué…?-empecé cerrando los ojos y los puños para tratar de contenerme.

Me abrazo de la espalda.

-Si me convirtiera de nuevo en diosa-empezó-.no podría estar contigo mas-continuo.

Abrí los ojos y puños.

-Saori-murmure.

Me voltee de nuevo hacia ella y la bese.

Y Ahora Una De Hyoga Y Eri

Visita inesperada.

Estaba caminando por el glaciar de los miles de años donde conseguí la armadura de Cisne.

-¡Hyoga!-me gritaron-¡Hyoga!-seguían gritando y me voltee.

-Jacob-murmure-¿Cómo has estado?-le pregunte sonriendo aun cuando había vuelto no lo había visto pero si a su padre.

El llego hasta mí con la respiración entrecortada.

-Hyoga… alguien te busca… -murmuro entrecortadamente-.una mujer… dice que tiene que verte-continuo.

-¿Una mujer?-pregunte mire el cielo-¿Cómo es ella?-le pregunte mirándolo.

-Tenia el pelo amarillo y los ojos azules-me dijo-.mi abuelo me dijo que viniera por ti rápido la chica parecía alterada-murmuro.

-Sube-le dije y lo subí a mi espalda.

Y Salí corriendo hacia la aldea y casi nos caemos cuando el hielo se rompió pero salte y logramos pasar llegamos.

-Abuelo-murmuro Jacob-¿Dónde esta la señorita que quería ver a Hyoga?-pregunto.

-¡Se fue!-me dijo el señor exaltado.

-¿A dónde?-pregunte.

-¡Tienes que ir por ella!-me grito-¡se fue hacia donde se encuentra el barco de tu madre Hyoga!-continuo-¡al barco de tu madre!-murmuro-¡escucho que dije que tal vez estarías en el barco ella me pregunto hacia donde era!-continuo-pero no creía que se fuera no lo pensé-finalizo.

-¡¿Qué?!-grite-¡ese lugar es muy peligro incluso para los que viven aquí el hielo se rompe fácilmente!-continúe.

-Lo se por eso ve a buscarla-me dijo.

Salí corriendo y rápidamente llegue al lugar pero no veía nada así que me fui un poco mas hacia donde estaba el barco de mi madre y la encontré una mujer estaba de espaldas a mi y no la veía la cara tenia un abrigo café y unas botas caminaba cubriéndose del frio.

-¡Señorita!-grite y ella se volteo.

Me quede petrificado creía ver a mi madre.

-¡Hyoga!-grito conocía esa voz pero no recordaba de quien era-¡Hyoga!-volvió a gritar y el hielo se rompió.

Ella grito y cayo al agua congelada Salí corriendo hacia ella me lance una zambullida y logre agarrarla y sacarla era Eri, ¡Eri! No respiraba tal vez por el frio tape su nariz y le di respiración ella tocio y empezó a temblar.

-¿Qué haces aquí?-le pregunte agarrándola de la espalda y apoyándola contra mi pecho.

-V-vine a b-buscarte-murmuro entre castañeo.

-¿Quién te dijo que estaba aquí?-le pregunte.

-Saori-me contesto.

La cargué y la tape con mi abrigo yo podía soportar mas el frio por haber vivido aquí la lleve hasta la casa del maestro Cristal que es donde eh estado viviendo fui a la aldea por algunos ingredientes para prepararle algo caliente a Eri cuando llegue de nuevo ella no estaba en la cama y sentí el olor del vapor caliente imagine que se estaba bañando prepare un caldo caliente para cuando saliera al menos para que la calentara cuando salió estaba abrigada con mi ropa me miro.

-Lo siento mi ropa se esta secando-se excuso-¿me veo mal?-pregunto sonrió.

-No-le dije sonreí.

Me quede unos minutos mas junto al fuego esperando a que se calentara serví en un plato y se lo di.

-Trata de comerlo-le dije-.aunque no te quejes de sabor-continúe y le sonreí.

Ella sonrió lo tomo y lo empezó a comer.

-Hyoga-murmuro.

-Esta muy malo ¿cierto?-le pregunte sonreí.

-No esta delicioso-me dijo.

-No me halagues-le dije.

-Es la verdad-murmuro sonrió-.pero… -continuo.

-Lo sabia-le dije.

-Solo le falta sal-me dijo y se rio.

Dejo el plato a un lado me senté en la cama junto a ella.

-¿Por qué estas aquí?-le volví a preguntar cruzando mis brazos.

-Quería verte-me contesto.

-Pero no debiste venir-le dije-.tu no estas acostumbrada a este clima-continúe.

-¿Y?-pregunto sonriendo-.además ¿tu que sabes?-me pregunto fieramente bromeando.

-¿Y eso viene a…?-pregunte.

-Yo naci y crecí en el norte de Alaska no es tan frio como aquí pero una se acostumbra-me dijo me sorprendí-.estoy acostumbrada al clima frio solo que nos mudamos a Japón por trabajo de mi padre pero el murió y yo empecé a trabajar en el orfanatorio cuando te conocí y paso todo lo de… -continuo pero la silencie.

-No tienes que recordar eso-le dije ella asintió.

Me abrazo y me quede paralizado pero después de unos segundos la abrace ella alzo su cabeza y yo empecé a bajar poco a poco la mía pero reaccione la solté.

-T-tengo que ir a buscar algo-le dije y Salí de la casa.

Camine sin rumbo sentía que me quemaba la piel rompí el hielo debajo de mi me quite la camisa y me metí sentía como si el agua se entibiara al contacto con mi piel cuando empecé a sentir el frio congelador del agua Salí me sentía mejor regrese y cuando entre vi a Eri acostada en la cama durmiendo pero estaba destapada y la tape con una manta ella se movió y quedo frente a mi me quede mirándola se parecía mucho a mi madre le iba a besar los labios y lo hice ella se despertó.

-L-lo siento-murmure.

Ella se me quedo mirando y me beso unos segundos después no resistí le empecé a quitar mi ropa que tomo prestada y ella me quitaba la mía me acosté encima le bese cuello ella me beso los labios de nuevo la acosté encima de mi y la seguía besando cuando me desperté en la mañana vi a Eri dormida junto a mi me bañe con el agua caliente y Salí camine por la aldea y cuando regrese ella no estaba Salí a buscarla y la encontré en el mismo punto donde había caído al agua estaba hincada orando me acerque ella y le sonreí ella se levanto y me beso.

-Te amo Hyoga-me dijo.

La abrace.

-Yo igual-le dije.

Nos besamos.